Crees ingenuamente que podrás sofocar esta parte de
ti mismo,
intentándolo con voluntad,
pero la naturaleza es así,terca y
constante.
Los deseos y fantasías están atrapados en tu interior,
gota a gota
van erosionando esa voluntad.
Y cada vez llenándote de infelicidad,aunque
aparentemente no tengas motivos para ello.
Es inútil ponerse escusas.
Es
inútil negar lo que sientes.
Es inútil
construir un castillo de arena en la playa,
al final el mar lo alcanza.